Primeros Pilares del Diseño Digital
Javier Royo, reconocido diseñador e ilustrador gráfico, desarrolla en Diseño Digital una tesis sobre el manejo y el uso adecuado de iconos digitales, acompañada de una división teórico-práctica. La presente obra es ante todo un esfuerzo para reconocer que las posibilidades digitales, son herramientas a la disposición de los usuarios, y hablando específicamente del comunicador o periodista, se puede decir que su trabajo se potencializa si logra poner en práctica, en su labor diaria, los recursos digitales que le permitirán hacer más amplio su trabajo y llegar de una manera más directa a las nuevas audiencias.
Como lo expresa el autor, el mundo digital, está allí, a disposición de los usuarios y de los profesionales, pero por una parte exige que se le ponga en orden para lograr mejores resultados que muchas veces no son alcanzados, simplemente por qué no se estructura o esquematiza el trabajo del diseño virtual como es debido.
Las aplicaciones del diseño, aún hoy están en un estado larval, y Royo señala el largo recorrido que aún queda por delante en la especialización virtual, y que sin duda, traerá cambios sociales y culturales a gran escala. “Queda un camino importante que recorrer en la evolución de la madurez del medio digital, y este libro quiere ser un vehículo cómodo para hacerlos’’ (P.20)
Por otra parte, Javier Royo, manifiesta a lo largo de la obra, su afán por conceptualizar la disciplina del diseño digital e intenta establecer una teoría del diseño desde una posición que no se ata a ninguna temporalidad, refiriéndose que el diseño digital es y será una disciplina o un arte que llegó a la vida humana para atravesarla constantemente.
Lo más interesante de este texto, es la justificación social que Royo hace de la necesidad del diseño como instrumento de interacción con el usuario, análisis siempre acompañado de un su lenguaje fresco y directo, junto con dinámicas ilustraciones del mismo autor.
La obra tiene indudables tintes posmodernos, al llamar la atención del autor sobre la multiplicación constante de espacios, la sobreinformación y la individualización que se empiezan a pronunciar gracias al auge digital, y que precisa de una postura en la que el diseño no ayude a profundizar estos problemas, sino que potencialice las ventajas de las sociedades posmodernas.
Finalmente Royo realiza un gran esfuerzo de teorización y estructuración en una aplicación del diseño, el diseño digital, que se puede decir “inédito” por su poco recorrido académico, y que hoy en día, empieza a tener sus primeras teorías, estudios e investigaciones.
En el capitulo 5 “Diseño de usabilidad en la interfaz gráfica de usuario”. Se habla de la La Interfaz, como el área de comunicación entre el hombre y la máquina. Entre el ser humano y artefacto virtual (caso de las herramientas del ciberespacio) o entre el hombre y un artefacto real, como cualquier objeto o mecanismo que nos encontramos en el espacio tridimensional que nos rodea.
Durante más de quince años los diseñadores se han preocupado y han generado interfaces legibles y manejables para facilitar la comunicación entre el usuario y el mundo no visible, permitiendo esto al diseño industrial abrir una puerta a un buen ejemplo de diseños de interfaces. El diseño ha permitido una concepción de la usabilidad que parte de una mezcla equilibrada de funcionalidad y estética.
Una adecuada interfaz esta relacionada con un buen diseño visual, debe ser coherente con la identidad y con la estética, agradable al usuario, con un buen desempeño y sin fallos que limiten la navegación. Esto nos garantizará el éxito de un buen proyecto de diseño. El medio está evolucionando y con él el perfil del diseñador digital, a quién le ha tocado conjugar distintos saberes y experiencias para conceptualizar su propio perfil.
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